Los Despachos.

http://www.spiegel.de/flash/flash-24861.html

domingo, 27 de febrero de 2011

Querella Contra las Agencias de Rating.

La querella contra las agencias de rating se internacionaliza
Los abogados que llevan un caso análogo en Alemania se coordinarán con el equipo español. La iniciativa llega a la Audiencia Nacional tras incorporar las denuncias presentadas en EEUU

El equipo de abogados que impulsa la querella criminal contra las grandes agencias de rating Standard & Poor's, Moody's y Fitch la registró formalmente ayer en la Audiencia Nacional. Es una iniciativa española, pero que nace ya internacionalizada: la querella presentada, de 55 folios, incorpora los aspectos básicos de las tres querellas impulsadas en EEUU con el apoyo de la Fiscalía y los abogados se coordinarán con el bufete alemán que dirige un caso análogo en Baja Sajonia.

Los querellantes sostienen que el "conflicto de intereses" de las tres calificadoras, denunciado por todos los grandes organismos internacionales (incluido el FMI), ha provocado decenas de millones de pérdidas al erario público y a los ahorradores. La querella reclama para los responsables de las tres grandes agencias, que copan el 90% del mercado mundial, penas de multa y de entre seis meses y cuatro años de cárcel por "alterar el precio de los mercados" en beneficio de sus clientes.

Acusan a las firmas de haber provocado pérdidas millonarias al Estado

Aunque las sedes centrales de las tres agencias están fuera de España todas son aglosajonas, el caso no está sustentado sobre la jurisdicción universal, sino sobre los efectos directos en España: en el sobrecoste que ha tenido que pagar el Estado por la presión de "los mercados" y en las pérdidas sufridas por ahorradores que compraron productos basura que habían sido calificados con nota fantástica.

Los ingresos de las agencias de calificación, que informan a los inversores sobre la supuesta calidad de los productos financieros, proceden en un porcentaje altísimo de los clientes a los que califican sus emisiones de bonos. Y según las querellas ya presentadas en EEUU (y recogidas en la presentada ayer en Madrid), el 50% del extraordinario beneficio que estas empresas tuvieron justo antes de la crisis procedían precisamente de los productos estructurados que resultaron ser basura y que se vendían a los ahorradores como si fueran oro puro con el sello de las calificadoras.
Acusación popular

El texto incorpora declaraciones del fiscal general, Conde-Pumpido

La querella que en España se han registrado como acusación popular y que de momento impulsan cuatro organizaciones Unión por las Libertades Civiles, Observatorio de los Derechos Económicos y Sociales, Attac y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca es la segunda en la UE contra las agencias de rating. La primera la presentó el pasado verano en Alemania el jubilado Jörgen Hillebrand, que perdió 30.000 euros en productos que Lehman Brothers había comercializado con la pátina de gran seguridad otorgada por las agencias de rating.

Los tribunales alemanes están estudiando el caso y decidirán antes de que acabe abril si lo admiten a trámite. Pero los abogados que iniciaron el pleito en Alemania, que cuentan con el asesoramiento de economistas y profesores universitarios, ya están coordinados con el equipo en España que dirigen Gonzalo Boye y Jaume Asens.

"Estamos convencidos de que ha llegado el momento de romper el poder de las agencias de rating. Hasta ahora, parecen tener más influencia en el desarrollo de un país que los propios políticos elegidos en elecciones", explica a Público Jens-Peter Gieschen, el abogado del bufete KWAG que dirige al equipo alemán
Problemas comunes

La querella presentada en España recoge también los planteamientos de los fiscales generales de Connecticut y Ohio, en EEUU, para subrayar que los problemas que afrontan los poderes públicos son comunes y, al mismo tiempo, dejar claro que esta no es una querella antisistema: está redactada dentro de los parámetros capitalistas, denunciando los incumplimientos de estas reglas por parte de las agencias de rating y tomando como base los planteamientos del Ministerio Público de EEUU.

A lo largo de la querella española desfilan muchos informes sobre el "conflicto de intereses" de las calificadoras elaborados por instituciones de ortodoxia acreditada, desde el FMI hasta el Congreso de EEUU. O del exministro de Economía Miguel Boyer, quien en varias ocasiones ha advertido que dichas agencias están encareciendo la salida de la crisis.

Lo que la querella quiere dilucidar es si ello es consecuencia del "conflicto de intereses" en favor de sus clientes. En tal caso, opinan los abogados, se estarían vulnerando los artículos 284 y 285 del Código Penal. La querella incluye también guiños a la Fiscalía para que apoye la causa: no sólo las referencias a la actuación de sus pares en EEUU, sino también declaraciones del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, quien en pleno ataque de "los mercados" contra el euro lo equiparó a "una forma de delito económico".
Público.es

lunes, 14 de febrero de 2011

Impuesto a las Transacciones Financieras, Cuanto antes.

Instamos al (Ayuntamiento, Diputación Provincial o Parlamento Autonómico de .....) a que elabore y someta a aprobación una moción a favor de “La creación de un nuevo impuesto a las transacciones financieras (ITF)” así como que sea trasladada esta propuesta al Gobierno y Parlamento Español y Europeo.

Exposición de motivos:

Estamos atravesando una crisis severa generada en el epicentro del sistema financiero de EE UU y que la absoluta falta de regulación bancaria en los movimientos de capitales y en la ingeniería financiera extendieron por el sistema a todo el mundo. Esta crisis ha sido comparada con la crisis provocada por el crack de la Bolsa de New York en 1929, que fue el resultado de la explosión de la burbuja especulativa creada en el valor de las acciones y que supuso la Gran Depresión de los años 30. Fue John Maynard Keynes quien en su Teoría General aboga por la necesidad de reducir la excesiva liquidez de los mercados, para ello propone gravar con un pesado impuesto de estado las transacciones financieras, sobretodo las especulativas que operan en el corto plazo. Propone así un Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) que tendría un efecto estabilizador en los valores de los activos financieros y mejoraría el crecimiento económico y el empleo.

La pérdida de la convertibilidad dólar-oro en 1971 supone fluctuaciones imprevisibles en los tipos de cambio, inestabilidad en el valor de las monedas y campo libre a la especulación. La necesidad que tienen los especuladores de diversificar los riesgos lleva a diversificar las inversiones y liberalizar los mercados para poder pasar sin riesgo de unos activos a otros, para ello se promueven legislaciones que suponen la liberalización de los mercados de capital y de cambio. Esto conlleva una economía internacional fuertemente especulativa que cambia la naturaleza misma del mercado. Así la economía especulativa se impone a la economía productiva.

La explosión especulativa en los mercados de cambio de divisas - originada por la pérdida de paridad dólar-oro, la disminución de los costes de transacción ante los avances tecnológicos y la liberalización de los mercados de capital y de cambio - lleva a James Tobin en 1972 a efectuar una propuesta para regular los mercados de cambio. Dicha propuesta consiste en imponer a nivel mundial un impuesto a los intercambios de divisas que al principio propone con un tipo entre el 0’5% y el 1%, rebajando la franja inferior más tarde al 0’25% e incluso al 0’1%. Este impuesto serviría para disuadir las operaciones especulativas de cambio que se dan en el corto plazo, es lo que Tobin llama “echar unos granos de arena en los engranajes demasiado bien lubricados de las finanzas internacionales”. Tobin coincide con Keynes en que la excesiva movilidad y liquidez en los mercados financieros socava la función de los gobiernos y asegura que este impuesto significará que los gobiernos puedan seguir políticas económicas autónomas y soberanas en su beneficio.

La posterior ascensión ideológica de la ideología neoliberal con Ronald Reagan y Margaret Thatcher en el mundo anglosajón impide que la propuesta de Tobin sea tomada en consideración. Es de nuevo en 1997 cuando Ignacio Ramonet y ATTAC recuperan la idea de una “Tasa Tobin”. Una serie de episodios de descontrol en los mercados financieros, como las crisis de las bolsas internacionales en octubre de 1987, del sistema monetario europeo de 1992 y 1993, del peso mejicano de 1994, la tormenta bursátil de 1997, o sobretodo la crisis de los mercados asiáticos de 1998, cuestionan las políticas de liberalización financiera que las originaron. En 1997 Ignacio Ramonet, en un conocido artículo en Le Monde Diplomatique titulado “Desarmar los mercados”, propone reformular la idea de J. Tobin y crear un impuesto a las transacciones cambiarías para así estabilizar, dice, los mercados financieros. Sin embargo son los movimientos altermundistas y más específicamente ATTAC quienes vienen defendiendo desde entonces la creación de un impuesto internacional sobre las transacciones cambiarías (ITC) cuyo objetivo sería doble: El primer objetivo coincide con el objetivo de J. Tobin, y es el de disuadir los movimientos de capital especulativos que se dan en el corto plazo, los llamados “capitales golondrina”, no así los que tienen como finalidad la inversión productiva y que se dan en plazos más largos. El segundo objetivo es el de recaudar mediante el impuesto un importante fondo que, en principio, el movimiento altermundista pretende para redistribución hacia las necesidades urgentes y de desarrollo de los países del sur.

Sin embargo, la experiencia constata que un impuesto del 0’1 al 0’5% sobre operaciones cambiarías, no puede impedir las crisis financieras que los ataques especulativos puntuales contra una moneda pueden originar. En el momento álgido de la crisis de 1997 en Indonesia, la moneda nacional perdió hasta un 50% de su valor y en proporciones importantes en otros países del Este asiático. Este mismo año, 2010, la economía española ha sido objeto de un ataque especulativo acordado por algunos operadores de los mercados financieros. Ataque planificado en una reunión de la que informó el diario Wall Street Journal en febrero de este mismo año. Este ataque se planificó en el marco de un ataque general al euro y a las economías de los países del Mediterráneo a través de su deuda.

Ante este tipo de ataques especulativos, el economista alemán Paul Bernd Spahn propuso un impuesto a dos bandas o de doble alícuota. En períodos ordinarios de funcionamiento de los mercados financieros los tipos serían bajos, pero en momentos de ataques intensivos y/ o planificados contra las monedas se adoptaría automática y puntualmente una banda superior del impuesto de forma que disuadiera absolutamente los movimientos especulativos, esta banda la sitúa con tipos del 50% en adelante.

Sin embargo la especulación financiera no se centra exclusivamente en los mercados de cambio de divisas, a pesar de ser los más castigados. La desregulación bancaria y financiera en general, así como la libertad absoluta en los mercados hace que los grandes capitales puedan pasar de unos activos a otros en busca del beneficio y evitando las incipientes regulaciones en determinados mercados. Es muy conocida la inversión especulativa de los fondos de inversión (Hedges Funds) ubicados por lo general en los opacos paraísos fiscales o centros offshore extraterritoriales, o de los fondos de pensiones anglosajones, aseguradoras, fondos soberanos y en general de los llamados inversores institucionales y que en sus carteras de inversión distribuyen sus capitales entre diferentes activos equilibrando y distribuyendo riesgos.

La inversión de estos fondos especulativos se ha centrado en múltiples instrumentos como las divisas, los valores, los bonos y en particular bonos soberanos de la deuda de los Estados, obligaciones, los títulos de hipotecas, los mercados de futuros de los alimentos y de combustibles fósiles, los productos derivados y cualquier producto sobre el que las poderosas finanzas puedan sacar un rápido beneficio sin importarles en absoluto los efectos dañinos e incluso criminales que provocan alrededor del Mundo. Es por ello que diversos actores, tanto gubernamentales, como de ONGs y movimientos sociales, vienen proponiendo desde diversas ópticas en los últimos años una modalidad de impuesto que grave a todo tipo de transacciones financieras, un ITF (Impuesto a las transacciones financieras).


El Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) habría de reunir las siguientes características:

1.- Actuar sobre todo tipo de transiciones financieras:

Para dar una medida justa de la especulación actual, hay que señalar que la economía especulativa de la que hemos hablado, dirigida por los grandes capitales y orientada a crear valor sobre los diversos productos financieros incidiendo en las fluctuaciones en sus respectivos mercados, es decir, la llamada economía virtual o economía de casino multiplica por 60 los intercambios de la economía real, esto es la actividad que tiene lugar mediante los intercambios en la producción, distribución y consumo de bienes y servicios. Hay que retornar a una economía real y social, comenzando por poner freno a la especulación.

2.- Hay que plantear tipos fiscales que disuadan a los especuladores:

Hemos de plantearnos que para quitar el poder a la economía financiera y devolverlo a los pueblos el principio de disuadir eficazmente la especulación ha de ser prioritario al principio de quien especula paga. No son adecuados tipos bajísimos pensando únicamente en la recaudación, sirva para lo que sirva, y con la idea de que su inocuidad será aceptada por los mercados financieros - léase especuladores - hay que pensar que ninguna recaudación es suficiente para combatir los males que origina la propia economía especulativa de rapiña - aquella que busca el beneficio en el muy corto plazo - y sus crisis sociales y económicas derivadas. Como recientemente ha manifestado Jean Ziegler - que fue Relator Especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación entre 2000 y 2008 y que actualmente es vicepresidente del Consejo Asesor del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas – “La solución al hambre no es dar más, sino robar menos” y es un hecho que el mayor robo a los pueblos y ciudadanos a lo largo de todo el planeta se da actualmente mediante la rapiña especulativa.

Ello no obstante no descarta que la recaudación resultante del ITF sirva para diversos motivos, pero pensamos que dado que el sistema financiero ha de estabilizarse con el impuesto y ello ha de repercutir positivamente sobre las economías de los diversos países desarrollados y en vías de desarrollo, la recaudación ha de dirigirse fundamentalmente a combatir las grandes lacras de la humanidad, a los más desfavorecidos y en ese sentido podría ser una ayuda importante a la consecución de los objetivos del Milenio.

3.- El ITF idóneamente habría de ser mundial, pero la Unión Europea (UE) o la Eurozona puede y debe comenzar a implementarlo.

Este impuesto habría de ser global y tendría que servir para combatir la circulación de varios billones de dólares que se destinan diariamente a la especulación financiera, pero mientras no haya un consenso en el conjunto de la comunidad internacional, los países de la Unión Europea (UE), o en su defecto la Eurozona serían una base suficiente para adoptarlo. A pesar de los augurios creados por expectativas de huida de capitales en los países o regiones que adopten el ITF si no se adopta a nivel global, tampoco podemos olvidar el círculo vicioso y perverso que se da en este supuesto, que actúa como eterno chantaje para que nada se mueva ante la urgente necesidad de aplicar impuestos internacionales de cualquier tipo. En este sentido tampoco es menos cierto que los capitales que primero huyen son los que no tienen ningún valor social por ser de carácter especulativo y esta huida difícilmente afecta a los capitales que basan su inversión en la economía productiva y que tienen como base economías estables, innovación tecnológica y capital social y/ o humano competente. Esto es lo que ha comprendido el gobierno de Brasil al implantar su IOF (impuesto a las operaciones financieras) de forma unilateral y con un constatable beneficio para su economía, dada la autonomía de que actualmente goza su gobierno para implementar medidas monetarias y económicas.

4.- La comunidad internacional podría delegar en un organismo democráticamente constituido en el seno de la ONU la gestión del fondo generado con este impuesto y, en su caso, la Unión Europea vería incrementado su escuálido presupuesto.

La estructura técnica y material de las transferencias internacionales de capital sigue siendo esencialmente nacional. Por lo que consideramos como la opción más factible que el impuesto sea recaudado en el lugar de pago, o sea donde se liquidan los contratos de cambio, lo cual se realiza mediante los sistemas de pagos electrónicos nacionales.

En la Unión Europea (UE) los bancos centrales habrían de remitir lo recaudado al organismo gestor del Presupuesto común controlado políticamente por el Parlamento Europeo, o bien, al organismo creado a tal efecto en la Eurozona si es exclusivo para esta.

5.- Dado que la existencia de los paraísos fiscales o centros offshore extraterritoriales podría ser un obstáculo a la transparencia y control de los intercambios financieros, y dada la esencia delictiva de estos centros, esta propuesta sobre el ITF entendemos que es necesariamente complementaria a otra Propuesta para combatir los paraísos fiscales (documento aparte)

Por todo lo expuesto consideramos necesario:

Manifestar desde (el/ la Ayuntamiento, Diputación Provincial o Parlamento Autonómico de .....) el apoyo a un Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF). Instar al Gobierno de España, al Parlamento Español y al Parlamento Europeo a dar los pasos necesarios, dada su necesidad, para establecerlo.

Este impuesto entendemos que ha de afectar a la totalidad de los mercados financieros sujetos a movimientos especulativos y ha de ser lo suficientemente alto como para disuadir la especulación, tanto en periodos ordinarios, como en periodos extraordinarios de ataques especulativos intensivos, momentos en los que los tipos han de subir ostensiblemente para frenar dichos ataques.

La extensión geográfica de dicha medida hasta que no haya un consenso mundial debe de plantearse y adoptarse en la UE o como mínimo, si ello no fuera posible debe de plantearse con decisión en la Zona euro.

domingo, 13 de febrero de 2011

Lo que más se recuerda del paso de Rato por el FMI es su escasa presencia

Público.es
En sus casi tres años y medio al frente del Fondo Monetario Internacional (junio 2004-octubre 2007), Rodrigo Rato dejó una impronta discreta en una institución que ha sido acusada esta semana de no haber anticipado la crisis financiera durante su mandato. El pasado miércoles, la unidad de evaluación independiente (IEO) del FMI, que actúa como brazo auditor, criticó duramente la gestión del organismo entre 2004 y 2007, los años previos al descalabro financiero durante los cuales Rato estuvo al frente. El IEO acusó al Fondo de minimizar los riesgos que condujeron a la recesión y ofrecer "pocas señales de advertencia claras" sobre los riesgos y vulnerabilidades del sistema, debido a una cultura de pensamiento único y una gobernabilidad interna "débil".

Lo que más se recuerda del paso de Rato por el Fondo es su escasa presencia. "Todo el mundo comentaba que estaba más preocupado por su carrera política en España", asegura una fuente cercana la institución. Rato invocó razones familiares para dejar su puesto ante la sorpresa general y cuando había lanzado una importante reforma del sistema. "Se le acusó de no involucrarse directamente en el día a día de la gestión y de no estar realmente presente y por eso quizás no vio las señales de la crisis que se avecinaba", afirma esta fuente.

"Le preocupaba más su carrera en España que el FMI", dice una fuente

Los tres últimos directores del FMI han tenido claras ambiciones políticas en sus respectivos países. El predecesor de Rato, Horst Khöler, dejó su puesto para ser presidente de Alemania y también en su día se le criticó por dedicar mucho tiempo a su futuro nacional. Dominique Strauss-Kahn parece haber logrado compatibilizar sus aspiraciones electorales en Francia con lo que todos califican de enérgica gestión del Fondo, sin decantarse todavía por una o por otra.
Muchos rumores

No fue el caso de Rato. Ya en julio de 2005, un artículo en The New York Times se hacía eco del malestar que había creado su apretada agenda de viajes. "Una campaña de rumores ha empezado en Washington entre las personas que conocen bien el funcionamiento del Fondo. Acusan a Rato de ser un director despegado' que pasa demasiado tiempo fuera y que aspira a la presidencia española, la que no pudo conseguir antes de ser nombrado como jefe del FMI", afirmaba el diario neoyorquino, que también criticaba a Rato por "carecer de dirección, dejando su papel y el del FMI bastante indefinidos".

En su primer año de mandato viajó a 41 países, el doble que su predecesor

Rato, criticaba Edwin Truman, exasesor del secretario del Tesoro, Robert Rubin, en el artículo del Times, "ha pasado su primer año conociendo a los países miembros [del FMI] y viajando mucho" y no ha lanzado "grandes iniciativas". En su primer año, subrayaba el rotativo, Rato había viajado a 41 países, el doble que Khöler, su predecesor.

En sus años al frente del FMI, Rato se centró en actualizar el sistema de vigilancia para evitar una guerra de las monedas y dar más poder a las naciones emergentes. El plan de reforma que presentó en septiembre de 2004 fue mayoritariamente respaldado por su comité director y alabado por algunos de los críticos más duros de la institución. El Nobel Joseph Stiglitz comentó que Rato había "otorgado mayor legitimidad al FMI al cambiar los derechos de voto" y subrayar que "la principal responsabilidad" del organismo internacional era "la estabilidad financiera global".
Reforma empantanada

Su marcha repentina dejó empantanado el proceso y le tocó a su sucesor, Strauss-Kahn, retomar la reforma en un entorno enrarecido por la crisis.

Este último ha eximido a Rato de toda responsabilidad en el fallo a la hora de prever la crisis global. "Yo no diría de ninguna manera que fue responsable de eso", dijo el jueves Strauss-Kahn. "La comunidad internacional no tenía fe en las instituciones multilaterales, incluido el FMI, y no es una sorpresa que el Fondo finalmente no ofreciese lo que la comunidad internacional necesitaba", subrayó el responsable del Fondo, apuntado a que la responsabilidad, en caso de haber alguna, debería de ser compartida por todo el mundo.

Caja Madrid paga 25 millones en bonus tras recibir ayudas públicas El presidente de BanCaja Madrid, Rodrigo Rato, "O como premiar la competencia"

Público.es

Caja Madrid ha recibido 4.465 millones de euros en ayudas pública, un flotador al que aferrarse para sobrevivir en el mar revuelto de la crisis. Esa inyección no ha impedido el pago de un bonus de 25 millones de euros a diez de sus ejecutivos.

El abono se enmarca en el plan de incentivos que inició el anterior directivo de la entidad, Miguel Blesa, y que el actual sustituto, Rodrigo Rato, tiene previsto eliminar el lunes al consejo de administración de la entidad.

El programa de incentivo a largo plazo carecía de límite temporal definido, entró en vigor el 1 de enero de 2007 y tenía carácter cuatrianual. La retribución, según desvela este viernes el diario Expansión, se articuló a través de una póliza de seguro para los integrantes de la cúpula que cobrarían al cumplir 65 años. Esa cantidad se añadía al sueldo fijo y a la retribución variable, que fluctuaba en función de los resultados anuales de Caja Madrid.

Sólo dos de los beneficiados permanecen en la alta dirección de Caja Madrid

El primer abono de este bonus, de 25 millones de euros para los diez consejeros, se materializó el 31 de diciembre de 2010, al cumplirse el primer cuatrienio.
Más ricos

Los beneficiarios fueron los diez miembros que en ese momento integraban la alta dirección de Caja Madrid: el propio Blesa y nueve ejecutivos más: Juan Astorqui, Carlos Martínez, Ramón Ferraz, Rafael Spottorno, Matías Amat, Carmen Contreras, Mariano Pérez Claver, Ricardo Morado e Ildefonso Sánchez. De estos, sólo quedan dos en la alta dirección de Caja Madrid y tres permanecen en la caja, aunque no es cargos de alta responsabilidad.

La decisión de Rodrigo Rato de eliminar estos privilegios, se produce en un contexto de inestabilidad, tanto para el ex ministro de economía como para la entidad que dirige.

309 años después de su nacimiento, Caja Madrid tiene previsto salir a Bolsa en los próximos meses. El banco que ha creado a raíz de su fusión con Bancaja, Caja de Canarias, Caixa Laietana, Caja Segovia, Caja Ávila y Caja Rioja venderá al menos el 20% sus acciones entre inversores particulares e institucionales previsiblemente antes del verano.

En la presentación de los últimos resultados, Rato explicó que el banco ganó 440 millones el año pasado, un 27,4% menos de lo logrado por las siete cajas de forma individual el año anterior (aunque no es estrictamente comparable). Sólo Caja Madrid tuvo un beneficio de 256 millones de euros, un 3,7% menos.

Rodrigo Rato lleva dos días en boca de políticos y medios de comunicación no precisamente por su labor en la caja. Un informe del FMI hecho público el miércoles, revelaba que el organismo fue incapaz, durante el mandato de Rato, de predecir la crisis económica.

Rodrigo Rato, insuflo la burbuja, ¿por dejación?

Publico.es
¿Supo interpretar el FMI que dirigía Rodrigo Rato las señales de la peor crisis financiera de la historia? ¿Conocía el vicepresidente económico del Gobierno de Aznar las opiniones discordantes en su organismo? O, en realidad, ¿alimentó la especulación financiera con los productos de alto riesgo que desataron la recesión económica?

La publicación el miércoles del informe de auditoría sobre el trabajo del FMI entre 2004 y 2007, los años de mandato del actual presidente de Caja Madrid, han puesto en entredicho el papel del español que ha llegado hasta ahora a un cargo más alto en los organismos internacionales. El informe revela cómo las debilidades internas de la institución, y el pensamiento hegemónico imperante, impidieron alertar de la crisis, una de las principales misiones que tiene el Fondo.

EEUU, Reino Unido e Italia fueron los que más presionaron al FMI

Los discursos del actual presidente de Caja Madrid durante su mandato evidencian que no supo o pudo anticiparse a la crisis que estaba formándose y que, en sus intervenciones, alentó la "innovación financiera" que terminó provocando el descalabro de los mercados de capitales. Este último punto es uno de los que critica con más dureza la Oficina de Evaluación Independiente (OEI).

Con motivo de unas jornadas de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) en Mallorca en marzo de 2007, Rato realizó una defensa de los hedge funds, los conocidos como fondos de inversión libre o de alto riesgo, con cuyas operaciones se jugó la estabilidad financiera mundial. Los hedge funds "aportan beneficios obvios: han añadido liquidez al mercado y han ayudado a transferir el riesgo a una variedad mucho mayor de inversores dispuestos a asumirlo. En ese sentido han contribuido a la estabilidad y también han ayudado a reducir la ineficiencia de los mercados", defendió Rato.

Lo que se conocía entonces como "ineficiencias del mercado" significaba que había productos de baja rentabilidad, o de difícil colocación por su alto riesgo, que gracias a estos instrumentos financieros encontraron vía libre para colocarse y diseminar créditos fallidos en los balances de entidades crediticias de todo el mundo.

El círculo de Rato dice que el informe es una maniobra de Strauss-Kahn

Meses antes, algunos expertos, como el propio economista jefe del FMI, Raghuram Rajan, habían advertido de los excesos que se estaban cometiendo en el mercado del crédito mediante esa aparente ilusión óptica de que los bancos sacaban los riesgos de sus balances, cuando en realidad sólo los derivaban creando una burbuja. Sin embargo, ante aquella audiencia financiera en Palma de Mallorca, Rato prefirió mostrarse confiado en la solidez y pericia del sistema financiero: "El panorama es brillante, especialmente en el sector financiero, que se encuentra en medio de un espectacular periodo de cambio".

El optimismo de Rato se extendía al resto de la economía. "Este es un momento de grandes oportunidades en el sector financiero y en la economía mundial. Si los gobiernos y el sector privado logran aprovechar las oportunidades que tienen ante sí, superar los retos y controlar los riesgos, las perspectivas de que continúe la prosperidad a escala mundial son excelentes", dijo.

Seis meses después, el 24 de septiembre de 2007, cuando los primeros temblores del terremoto financiero habían sacudido ya los mercados mundiales (dos hedge funds del banco de inversión Bear Stearns quebraron, se suspendió a dos fondos de BNP Paribas y Northern Rock habló de quiebra por los impagos en las hipotecas) Rato volvió a dar otro discurso en España, invitado por el Club Roma. En esta intervención, el político del PP prestó atención a las "perturbaciones" financieras, pero las relativizó en pro de la flexibilidad. "En mi opinión, las recientes perturbaciones no constituyen un motivo para renunciar a los beneficios de la innovación financiera y la globalización", aseguró.

El exdirigente del PP cree que el personal cambió bajo su mandato

Esta forma de espolear la innovación financiera se mezcló con otros defectos de organización en el Fondo que se señalan en el informe externo. Básicamente, la forma de trabajar de los técnicos en "compartimentos estancos", la "autocensura" y las presiones políticas externas.

Aunque muchos de estos fallos se habían detectado en auditorías anteriores, no hubo cambios durante el mandato de Rato. Sin embargo, en uno de sus discursos de despedida el propio Rato expresaba así su paso por el Fondo: "Naturalmente, un director gerente no es el dueño del FMI: simplemente lo administra por un tiempo y en el mejor de los casos ayuda a que un personal comprometido y unos miembros interesados trabajen en armonía".

El vicepresidente defendía además la capacidad de reacción de sus subordinados: "El mundo exterior a veces cree que el personal de las instituciones internacionales es reacio a cambiar. Esto no es cierto en el caso del personal del FMI. Cada vez que les he pedido que cambien, han respondido al desafío. De hecho, han ido más allá: ellos mismos han sido el motor de cambio de la institución".

El director gerente del FMI pide que los países se impliquen más en el organismo
Presiones políticas

En cuanto a las presiones políticas, el propio Rato ha confesado a su círculo más cercano que el primer ministro británico, Gordon Brown, le amonestó sobre el contenido de sus informes. Según fuentes próximas al FMI, EEUU, Reino Unido e Italia fueron los países que más "presionaban" para sesgar la línea de los informes en aquel periodo.

Con todo, el círculo próximo a Rato lamenta que no se hayan tenido en cuenta los informes que alertaban de los desequilibrios mundiales (referidos a los balances por cuenta corriente), o que no se reconozca el espaldarazo que Rato dio a la supervisión financiera, llevándola del G-7 a una comisión que lideró el exgobernador del Banco de España.

Las mismas fuentes señalan que este informe ve la luz al final del mandato del actual director gerente, Dominique Strauss-Kahn, que suena como posible candidato a la presidencia francesa. Según estas fuentes, Strauss-Kahn quiere aparecer como el líder que logró cambiar el FMI y solucionó la crisis. El francés, sin embargo, salió ayer en defensa de su predecesor al asegurar que "esto ha sido un fallo de la comunidad internacional" y no de Rodrigo Rato, y pidió que los líderes mundiales se impliquen más en el organismo para que este mejore.
El otro español que no alertó del crash financiero

El ex director gerente del FMI, Rodrigo Rato, no fue el único español con un alto cargo de responsabilidad en la vigilancia de los mercados financieros antes del estallido de la crisis. La mano derecha de Rato, Jaime Caruana, gobernador del Banco de España en las legislaturas de Aznar, organizó y coordinó la supervisión financiera. Sin embargo, la aproximación de Caruana a la supervisión financiera internacional no fue tan prudente como la que había ejercido en España. Sus informes destacaron la "solidez" de los grandes bancos y alabaron la "diversificación" de sus negocios. También se ensalzaban los progresos en "gestión de riesgos" y las "nuevas posibilidades" que habían traído los productos hipotecarios.