Los Despachos.

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lunes, 18 de julio de 2016

El 18 de Julio de 1936 / 80 Años Después


Las dos Españas que se batieron en la Guerra Civil eran dos bloques de derechas e izquierdas en las elecciones de febrero de 1936 apenas separados por unos cientos de miles de votos. Sólo el alzamiento militar optó por el desempate con las nefastas consecuencias a día de hoy de todos conocidas. Bien es verdad que la división política trascendía el ámbito simplista de derechas e izquierdas. En las derechas estaban los de la Izquierda Republicana, Socialistas, Esquerra, Comunistas, Partido sindicalista, POUM, Izquierda Independiente. Total 278. Eran el Frente Popular. En el centro, Grupo de Portela, Nacionalistas Vascos, Radicales, Progresistas, Grupo de Maura, Demócratas Liberales y Federalistas. Total 40. Por la derecha, CEDA, Agrarios, LLiga, Renovación Española, Carlistas, Monárquicos Independientes y Conservadores Independientes. Total 131. Ganó el Frente Popular por 200.000 votos.
El Frente Popular llegaba con un programa de mínimos limitado a la amnistía de los presos políticos, a la reintegración de los represaliados a sus puestos de trabajo, a la vigencia y aplicación de la legislación republicana suspendida, a la rectificación de salarios y arrendamientos, la ocupación de fincas por utilidad social y algunas que otras reformas.
Pero desde la misma Constitución de la II República los conspiradores habían aprendido mucho sobre las razones del fracaso del golpe de 1932. La conspiración se hallaba muy lejos de los planteamientos decimonónicos de aquel pronunciamiento. Ahora iban en serio.
J.A. Primo de Rivera en la Carta escrita a los militares españoles, en Mayo de 1936, decía que “el que España siga depende de vosotros”. Antes en 1935 había dicho que “nuestro deber es ir, por consiguiente y con todas las consecuencias, a la guerra civil”. En el otoño de 1935 el general Goded le dijo a Alcalá Zamora que “el ejército no podría aceptar o consentir que el poder fuera a manos de las izquierdas más o menos extremistas”. En la primera semana de Marzo de 1936 en una reunión de generales (Mola, Varela, Villegas, Rodríguez del Barrio, Saliquet y Franco) se acordó un alzamiento que restableciera el orden en el interior y el prestigio internacional de España.
En el bloque nacional, gran número de jefes militares, la mayoría agraria de los sectores patronales, los banqueros, los fascistas, la Iglesia, los carlistas. El orden frente al caos. Había que salvar la Patria del enemigo interior y sus alianzas exteriores. En 1935 la CEDA decía que “o Acción Popular acaba con el marxismo o el marxismo aplasta España. Aplastemos el marxismo, la masonería y el separatismo para que España prosiga su ruta inmortal. No cabe diálogo ni connivencia con la anti-España. O ellos o nosotros”.
La izquierda mientras tanto lo único que tomaba por asalto eran la siega y las reasignaciones de yunteros. Y las leyes. Proyecto de ley de rescate y readquisición de bienes comunales y propios de los pueblos. Pedían tierra, libertad y trabajo. Ley de Bases de la Reforma. Se evidenciaba la división entre proletarios y quienes se resistían a ser proletarizados. El 10 de julio mientras se votaba el artículo primero de la ley de bienes comunales volaba el Dragon Rapid a las Palmas de Gran Canaria.
Los viejos aparatos del Estado no habían sido reformados. El único que entendió la guerra civil como el fin de la República fue Azaña. El 15 de abril de 1936 decía que “el fenómeno al que asistimos hoy en España es el ascenso al poder de nuevas clases sociales que hasta ahora estuvieron desprovistas de él. Nuestro deber es acercarse a ese fenómeno para organizar de nuevo la democracia española. Nosotros no hemos venido a presidir una guerra civil; más bien hemos venido con la intención de evitarla; pero si alguien la provoca, si alguien la mantiene, si alguien la costea, nuestro deber, señores diputados, tranquila y sonrientemente, estará siempre al lado del Estado republicano”.
Los viejos antagonismos y los problemas subyacentes en la sociedad española emergían de forma imparable, y la mecha que como sabemos había sido encendida desde el inicio de la Constitución de la República estaba a punto de detonar el polvorín.
En uno de los lados se alineaban los más poderosos grupos sociales y cuerpos institucionales, los grandes intereses agrarios y financieros, la Iglesia prácticamente en bloque, la mayor parte del Ejército y la ayuda exterior. Al otro lado el proletariado más o menos evolucionado, las pequeñas burguesías progresistas, el campesinado no mesetario, intelectuales, científicos y artistas en una gran mayoría, algunos militares y un apoyo exterior exiguo y ralentizado.
La revolución española estaba a punto de empezar anegada en sangre. El holocausto español comenzaba el 18 de Julio de 1936. Sus ecos nos llegan 80 años después dejándonos tan perplejos como debieron estar nuestros compatriotas entonces.


MANUEL DÍAZ POVEDANO  
Presidente
FORO CIUDADANO PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA DE ANDALUCÍA

Sr. Manuel Sánchez-Badajoz y Cano ”hombre moderado en las formas, culto, dialogante y hasta con una elegancia innata, lo que le permitió la consideración general”


En una fecha tan señalada como la de hoy el movimiento memorialista cordobés representado por víctimas del franquismo, el Foro por la Memoria de Córdoba, el Foro ciudadano para la recuperación de la Memoria Histórica de Andalucía, El Círculo de la Memoria, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera (AREMEHISA), la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Bujalance 'Germinal', los sindicatos CCOO y UGT, integrados en la Plataforma por la Comisión de la Verdad, han acordado por unanimidad:
  1. SOLICITAR AL AYUNTAMIENTO DE CÓRDOBA QUE APRUEBE UNA CONDENA pública, solemne y formal del golpe de estado de carácter oligárquico-militar contra la Segunda República que llevó al exterminio en Córdoba de miles de hombres y mujeres, en una acción planificada y sistemática que se prolongó hasta los años de posguerra.
  2. INSTAR al Ayuntamiento de Córdoba a que, con motivo del 80º Aniversario del fusilamiento el 8 de agosto de 1936 del primer alcalde republicano y socialista de esta ciudad, D. Manuel Sánchez-Badajoz y Cano, se le rinda el homenaje debido en reconocimiento a su figura y lo que ella representó.
SOLICITAR para ello se coloque en el Consistorio en lugar preeminente en la forma de placa conmemorativa un recuerdo a su persona así como un retrato en la galería de próceres para que las generaciones presentes y venideras tengan constancia de lo que supuso para la población cordobesa el golpe de estado oligárquico-militar y la brutal represión que llevaron a su asesinato junto al de miles de ciudadanos y ciudadanas de esta ciudad, hechos abominables y execrables que nunca deben quedar en el olvido y deben ser reparados por las instituciones democráticas, en cumplimiento de las recomendaciones de la Organización de Naciones Unidas y otros organismos internacionales.
D. Manuel Sánchez-Badajoz y Cano fue un ”hombre moderado en las formas, culto, dialogante y hasta con una elegancia innata, lo que le permitió la consideración general”, según refirió de él su compañero Francisco Mármol.
Las puertas del Ayuntamiento, desde el día de hoy, estarán abiertas de par en par para todos los pobres de Córdoba; también los ricos serán bien recibidos, porque yo seré el alcalde de todos, aunque mi principal obligación sea para los obreros cordobeses”, dijo en el discurso de toma de posesión de la alcaldía.
Por todo ello los abajo firmantes presentan esta solicitud ante el Ayuntamiento de Córdoba para que resuelva la petición arriba expresada.
En Córdoba a 18 de julio de 2016
ILUSTRÍSIMO AYUNTAMIENTO DE CÓRDOBA, SRA. ALCALDESA.