Por Antonio Miguel Carmona
¿Por qué hay
diputados que no abren la boca en toda la legislatura?, ¿por qué
concejales y cargos públicos son a veces incapaces de defender sus
propias ideas? He aquí la explicación, la existencia de un trastorno tan
habitual como patético.
Leyendo
una revista científica, cuyo nombre no viene al caso, observo un
concepto clínico que me evoca otras consideraciones: el mutismo
selectivo. Acudo al Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales y obtengo la definición.
Se trata de un trastorno, por lo general de la infancia y la
adolescencia, a partir del cual una persona simplemente no habla en
determinadas situaciones sociales o, precisamente, cuando se le espera
que hablen, estando capacitados para hacerlo y para comprender al mismo
tiempo lo que se les dice.
Toda mi solidaridad, especialmente para aquellos niños que necesitan un
tratamiento específico para algo que es un trastorno, no una travesura, y
que necesita, digo, diagnóstico y cuidado.
Hay políticos, y aquí viene mi evocación, que sufren un mutismo
selectivo agudo de consecuencias tan disimuladas como intrascendentes.
Gentes que, por lo general con escaso oficio y mucho beneficio,
incapaces de defender oralmente sus propias ideas.
Viven de la ubre del grupo parlamentario, expertos dicen en organizarse
más que en organizar, peritos en llevárselo crudo y vivir del cuento.
Cuando se les dice que intervengan en una Comisión o en un Pleno, se
echan a llorar impenitentemente y tiemblan como un infante instantes
antes de una extirpación de amígdalas.
No les habrán visto en medios de comunicación alguno. Les llaman de las
radios y las televisiones, pero, siempre tienen una excusa para no
enfrentarse al adversario, a la cámara, al micrófono o a sí mismos.
Son precisamente los que más critican a esos otros políticos que
defienden con profusión sus ideas y la orientación de su propio partido.
Los que le dicen a más de uno lo mucho que sale en televisión o la de
veces que habla en la radio.
Una especie de trastorno que tiene, créanme, medicación e intolerancia.
Es el mutismo selectivo de estos políticos de tres al cuarto,
pillabocadillos de media mañana, analfabetos en oratoria y transparentes
a la ideología.
@AntonioMiguelC
El mutismo selectivo
es un trastorno de la comunicación verbal de origen emocional que
consiste en que los afectados, en determinados contextos o
circunstancias, no pueden hablar, aunque puedan hacerlo fluidamente en
otras situaciones.
"genial por la oratoria"
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