Los Despachos.

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viernes, 30 de diciembre de 2011

Renovación Si. No solo por las Bases.

El pasado 20 de noviembre el PSOE cosechaba la mayor debacle electoral de su historia, debacle que no hacía sino prolongar los nefastos resultados de las elecciones autonómicas y municipales que seis meses antes se habían celebrado, y que supuso la pérdida de todas las comunidades donde se celebraron elecciones y las principales ciudades de España.
Rubalcaba fue valiente al erigirse como bote salvavidas del PSOE, de un partido que años antes ya se había hundido con su mala gestión de la crisis económica, mala gestión que comenzaba con negar lo innegable y terminaba traicionando nuestros principios al tomar medidas que empobrecían nuestro estado de bienestar (llámese congelación de pensiones, disminución salarios públicos o aumento de impuestos) pensando en los mandatarios europeos y mercados y no en los ciudadanos españoles. No podemos imputar la culpa de la debacle electoral a Rubalcaba, pues otro candidato no hubiese conseguido resultado mejor. Tampoco es cuestión de quien tuvo la culpa, ni el debate que se produzca en torno al PSOE debe centrarse en buscar un culpable. Todos, dirigentes, militantes y simpatizantes del PSOE, somos responsables de esta situación y, como tal, todos debemos implicarnos en la búsqueda de soluciones para devolver al PSOE la confianza de los españoles.
Desde el 20 de Noviembre, incluso antes, se vienen barajando nombres para sustituir a Zapatero en el cargo de Secretario General del PSOE, en busca de una persona capaz de liderar el nuevo proyecto socialista. Los buenos y auténticos líderes nacen y se hacen en las calles, surgen entre la multitud silenciosa, se erigen en la cabeza del movimiento transformador de la sociedad y, por ello, saben escuchar. Y después de escuchar debe proponer, fijar los caminos que llenen de contenido esos mensajes de antaño ahora vacíos: “transformemos la sociedad para convertirla en una sociedad libre e igual para todos los ciudadanos”. Todos tenemos los mismos derechos y las mismas necesidades básicas; es deber del líder el que estas necesidades estén cubiertas. Y después de escuchar y proponer hay que realizar lo propuesto. Para llevar a cabo esto lo primero que debe hacer el partido es reformar sus anquilosadas estructuras, las cuales están diseñadas para la salvaguarda de los puestos e intereses de unos pocos militantes convertidos en simples “funcionarios”, un verdadero lastre en la aplicación de medidas capaces de transformar la sociedad.
El cambio fundamental del partido debe ser en su estructura y organización interna, en sus órganos de gobierno y en su sistema de elección de Secretario General. Una mayor participación e intervención de la militancia, de las bases del partido, desde el último al primer escalafón, hará que el secretario general electo tenga mayor legitimación. Y con el sistema actual las bases no adquieren la relevancia que merece. El partido debe renacer desde abajo, desde el último militante del pueblo más pequeño de España. La intervención y participación de todos en el debate de regeneración del partido es fundamental para un mayor éxito del nuevo proyecto socialista. Así, para que esto se haga efectivo reclamamos que la elección de Secretario General se haga mediante el voto de cada uno de los militantes. Distinto es el debate de que los simpatizantes también intervengan en dicha elección. Sin duda alguna ello dará una mayor legitimación a la persona elegida, pero es cuestión de derechos y privilegios, incluso cuestión económica, el que los simpatizantes adquieran también este derecho. Los socialistas franceses han optado porque su candidato se elija de esta manera y el apoyo y legitimación del mismo es innegable, por tanto, no vemos motivo suficiente en contra de que los simpatizantes no puedan intervenir en la elección de Secretario General.
Esta mayor intervención y participación de las bases en el partido se debe hacer efectiva no solo en la elección de Secretario general, sino en la vida diaria del PSOE, fomentando el debate interno entre todos y cada uno de los socialistas de España. Para ello, desde las agrupaciones locales hasta la dirección nacional del partido se debe fomentar el uso de las redes sociales que han quedado relegadas a un segundo plano después de las elecciones. El uso de foros en el que participar en temas de debate de actualidad es fundamental. Pero solo esta medida será eficaz si los dirigentes del partido en cada uno de sus ámbitos se comprometen a tener en cuenta las aportaciones de los militantes y simpatizantes del partido, y ciudadanos en general. El partido no debe cerrarse en torno a sus afiliados, sino que debe abrirse al conjunto de los ciudadanos, haciendo una más y mejor explicación de sus medidas, propuestas e ideales. Y para ello es clave el hacer uso de todos aquellos medios que disponemos para entablar relación con la sociedad, sin olvidarnos de que la manera más efectiva de hacer política es “el boca a boca”, el contacto del político con el ciudadano de a pie.
En otro orden de cosas, el Congreso Federal a celebrar la primera semana de febrero no debe centrarse solamente en la elección de secretario general. Lo importante en esta regeneración no es el nombre de la persona que lidere el nuevo proyecto, sino el espíritu con el que los dirigentes del partido afronten ante el Congreso. Ese espíritu debe ser el de la regeneración del partido desde la autocrítica, reconociendo los errores del pasado sin olvidar nuestros ideales y nuestros logros. Hacer balance de nuestros siete años de gobierno, mantener lo conseguido y corregir nuestros errores. Debe haber intención por parte de los dirigente de cambiar, no un cambio de ideas, pero si un cambio en la gestión de las mismas. Debe haber intención de debatir, que todos los socialistas tengamos representación de una manera u otra en ese congreso y que el nuevo proyecto y su líder salga de ese congreso con la legitimación de todos y con el convencimiento de recuperar la confianza de los españoles.
Necesitamos un partido renovado con gente nueva y con espíritu innovador y luchador, que promulgue la cooperación entre militantes dejando al margen los egoísmos y los intereses particulares. Estos son los ingredientes clave para volver a poner al partido en las cotas que se merece. Toca ponerse las pilas, unirnos todos y poner al PSOE en el lugar que se merece y que le corresponde. Recuperar la confianza de los ciudadanos es nuestro principal objetivo. Pero debemos primero tener confianza entre nosotros mismos, dejar a un lado las ansias de poder y los egoísmos. En pocas palabras, trabajar para el partido. También es necesario que hablemos claro al ciudadano y dejarse tópicos y tecnicismos. Hay que decir las cosas sin tapujos, explicar nuestras medidas, propuestas y valores a los ciudadanos. Debemos concienciar al resto de los españoles, pero para ello debemos concienciarnos primero nosotros.
El PSOE ha perdido cuatro millones de votos principalmente por la crisis, pero no es la crisis la culpable de esta desconfianza, sino la falta de acercamiento de nuestros políticos con el ciudadano de a pie, el no saber solucionar sus problemas y el dar una imagen de incompetencia ante la adversidad. A los políticos socialistas les pedimos que menos despacho y más acercamiento a la gente y escucharla.
El PSOE debe recuperar su política, que en los últimos años perdió. Debe mantener viva su historia, sus orígenes, sus ideales y valores. Y no es complicado descubrir y mostrar esos ideales, pues las propias siglas del partido lo muestran: Socialista y Obrero. Eso es lo que la gente espera de nosotros. Vamos a recuperar esos valores fundamentales que siempre han caracterizado a este partido como son: la lealtad y la confianza. Estos valores se recuperan con esfuerzo y voluntad, y de esta manera el tiempo se encargará de devolvernos la confianza perdida. Pero para ello debemos empezar por recuperarla nosotros mismos.
Con este manifiesto, pretendemos tener representación en el Congreso Federal. Exigimos que este sea tenido en cuenta en el Congreso y que se produzca su lectura ante los militantes y delegados asistentes al mismo. Esta es la manera que tenemos los militantes de base, de los pueblos de España, tan socialistas como los asistentes a dicho Congreso y, que sin embargo, no seremos oídos. Pues de asíeste grupo de militantes y simpatizantes del PSOE y de Juventudes Socialistas hacemos oír nuestra voz.
Animamos a todos, militantes o simpatizantes del PSOE o de JJ.SS. que adhieren a este manifiesto con su rúbrica. Así mismo, les animo a que esta iniciativa se repita con nuevos manifiestos en los que expongamos al partido nuestras opiniones e ideas.
Porque PSOE somos todos!

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