Saben que van a perder y por eso actúan ya como los ejércitos
derrotados cuando abandonan sus posiciones: destruyendo todo lo que
dejan atrás. Quemando lo que encuentran a su paso durante la huida para
que el enemigo, si quiere reconstruir algo, lo tenga que hacer partiendo
de cero.
Rajoy nunca fue un ganador. Así que, como todo perdedor, cuando la
diosa fortuna lo visitó en forma de victoria electoral no acabó de
creérselo. Por eso va a destajo robándonos derechos y esperanzas
mientras mantiene la sartén por el mango, porque es consciente de lo
efímero del episodio que protagoniza y cuenta con poco tiempo para
complacer a quienes, para él, son sus verdaderos amos. ¿Los ciudadanos?
Que les den.
Le queda muy poca mili. Le quedan pocos meses, pero suficientes para
acabar dejando esto como un verdadero erial. Él y sus secuaces han
echado cuentas y, claro, les han entrado las prisas: si le quitas dos
veranos, dos semanas santas y una navidad, queda poco más de un año para
salir de Moncloa cagando leches. Porque saben que no repiten. Los
demoscópicos peperos lo cocinan bien endulzado para no ser víctimas de
la ira del estrábico César, pero ni por esas: los pronósticos son que
les quedan tres telediarios y medio porque ni toda la manipulación que
perpetran, a través de los muchos medios que ya controlan, consigue
surtir el efecto deseado.
Jenaro Castro, el “asesino” de Informe Semanal, va por los
pasillos de Torrespaña diciendo que Echenique tiene que marcharse ya. Se
pelean entre ellos porque intuyen que hay que empezar a repartirse
despojos: se pelean en Génova, en Moncloa, en el grupo parlamentario, en
rtve… Eso explica la premura por manipular más descaradamente, por
desmantelar lo poco que todavía queda en pie… De ahí el apremio por
acelerar la reforma que limite la justicia universal, por destruir
cuanto antes la todavía vigente ley del aborto, por liquidar iniciativas
solidarias como el “crowdfunding” (mecenazgo por internet) o acabar con
la tranquilidad ciudadana promoviendo una ley que solo les proporciona
“Seguridad”… a ellos, claro está.
Por mucho arte que le pongan a eso de “vender en positivo” tanto
desastre, nadie traga ya y ellos lo saben. Mienten tanto y tan
descaradamente que las encuestas no pueden minimizar el mosqueo que
tiene el personal. Pero aún así esperan que los resultados de las
europeas y las municipales no les sean tan desfavorables como se temen
porque, de lo contrario, se les acabaría el rollo y la legislatura antes
de haber conseguido destrozar todo lo que aún tienen previsto. Han de
cargárselo todo para que, cuando se vean obligados a salir pitando, sus
verdaderos amos les recompensen con cargos y canonjías bien remuneradas
en aquellas empresas a las que favorecieron a costa de destrozar los
derechos de la mayoría. ¿El que venga detrás? Que arree. A ver si los
sucesores tienen huevos de recomponer la cosa con la celeridad y la
solvencia con que ellos se la están cargando.
Son unos malvados “bienmandaos”. Dóciles con los poderosos y crueles
con aquellos cuyos intereses tendrían que haber defendido, como todo
gobierno que fuera de ley. Pero nunca se les pasó por la cabeza pensar
en quienes les dieron los votos. Se pliegan a la troika, los bancos, la
Merkel y la iglesia. Y a fe que están haciendo los deberes. Salvo que
los de upeydé decidan mantenerlos, quienes sustituyan a este gobierno se
van a encontrar con mucho trabajo pendiente. Con un marrón descomunal,
porque… ¿cuánto costará arreglar tanto desaguisado como van a dejar?
Cual Sísifos eternos, tras plantar cara a las amenazas de la troika,
la banca y los especuladores de toda calaña y condición, habrá que
volver a cargar con la roca y emprender la ruta montaña arriba.
Reiniciaremos el viaje a Ítaca e intentaremos llenar el camino, como
recomienda Kavafis, de “aventuras, experiencias y puertos nunca vistos”.
Así ha de ser por muy quemado que dejen el paisaje estos entusiastas de
la caspa, la vuelta atrás, el blanco y negro y el olor a naftalina.
http://blogs.publico.es/juan-tortosa/2014/03/07/rajoy-sabe-ya-que-no-volvera-a-ganar/
No hay comentarios:
Publicar un comentario